La Jaima es una pequeña casa portátil de origen Árabe, que está destinada a ser colocada en el campo para albergar una o más personas. Nace de la necesidad de los beduinos, de organización trashumante, de levantar su casa de forma rápida en el desierto.
Fue la habitación normal de los nómadas y con toda la seguridad de los hebreos que, a la fuerza, tuvieron que adoptarla entre su salida de Egipto y su asentamiento en Canaán.
Incluso después, la Jaima continuó siendo la vivienda para aquella parte de la población que vivía de la cría de ganado.
Por lo general las Jaimas estaban hechas con tela y cuero de cabra. Las características de este cuero son su porosidad cuando está seca y su impermeabilidad con la lluvia ya que se hincha y aprieta el tejido.
La parte principal de la tienda se compone de un gran toldo que se sostiene con postes y las extremidades de la tela de la tienda se estiran con cuerdas que se atan a estacas hincadas en la tierra.