Se llama revólver de cañón corto aquel revólver cuyo cañón mide 5 cms. o menos; el revólver de cañón largo es aquel revólver cuyo cañón mide más de 5 cms. En la vida real, en mi opinión, el de cañón largo es mejor que el de cañón corto ya que tiene más precisión.
Se dice que la precisión de un arma está relacionado con la largura de su cañón. Por cada tres centímetros de cañón la bala tiene 10 metros más de precisión.
Las pistolas de cañón corto tienen precisión a unos 20 metros, esto no significa que la bala no viaja más sino que a más de 20 metros es más difícil de que alcance su objetivo. Si el combate se da a corta distancia es mejor utilizar un revólver de cañón corto ya que es más fácil de llevar y también cumplirá con su objetivo.
La teoría dice que cuanto más giro se le induzca al proyectil, este tendrá una trayectoria más plana, predecible y más constante durante su recorrido utilizable. Por eso que las armas de precisión tienden a tener cañones largos.
Si se trata de tiro de precisión a 25 metros, lo recomendable es usar un cañón de por lo menos 15 cms. Además un cañón pequeño da muchas ventajas «tácticas»: menor peso de porte, mayor facilidad de desenfundar, etc., lo único es que el revólver de cañón corto tiene más retroceso y hace más ruido.
Esta lucha entre estos dos tipos de revólveres se ha dado desde siempre, pero no todo depende de la largura del cañón sino que también de otras circunstancias como utilizar una munición con propelente de quemado rápido o la munición optimizada para 5 cms. de cañón.