La máscara es un objeto que sirve para ocultar el rostro, generalmente en ciertas festividades, rituales o actuaciones escénicas. Representa la cara de una persona, un animal o un ser imaginario o fantástico. Las máscaras se han utilizado desde la antigüedad con propósitos ceremoniales y prácticos.
Se trata de una simplificación ornamental. Lo visible se reduce a los elementos básicos que transforman un rostro en máscara. Y la máscara es a su vez una representación, cargada de intenciones y simbolismos, convertidos en arquetipos que son parte del inconsciente colectivo e individual y representan los temores y aspiraciones de una civilización.
Las máscaras están fabricadas en distintos materiales, unos de más calidad que otros. Hay un material excelente que se adapta perfectamente a la cara de la persona y da una apariencia de realismo absoluto. Se trata de las máscaras de látex.
El látex es el material más elástico conocido. El látex ha sido un material clásicamente utilizado en caracterización y maquillaje, pudiendo ser utilizado para la imitación de heridas y cicatrices, la creación de orejas de elfo, la fabricación de prótesis o la simulación de una piel envejecida. El látex para caracterización se presenta en varias formas diferentes, pero es la espuma de látex la que cuenta con mayor aceptación.
En la actualidad, las máscaras suelen usarse para los carnavales, para las fiestas de Halloween, para el teatro, para industria cinematográfica, etc.