La palabra diadema derivada del griego que significa “atar redondeadamente” o “atar”. La auténtica diadema es un ornamento de la cabeza considerado distintivo de autoridad real y suele usarse desde los tiempos medievales como adorno de princesas.
La diadema tiene forma de cinta, sencilla o adornada, cuyos extremos se engarzan o se ligan detrás de la cabeza.
La diadema sencilla de oro o plata se conoce ya desde el final de la época neolítica y la misma con diferentes repujados o calados fue usada por los fenicios, los micénicos e, incluso, por los celtíberos.
Los griegos la usaron para premiar a los vencedores en juegos públicos, siendo las diademas hechas con ramas foliadas de olivo o de laurel. Los romanos las usaban para sus emperadores. Julio César al parecer comenzó a utilizar una corona con forma de laurel, pero en lugar de ser confeccionada con hojas de laurel verdadero, estaba hecha de hojas de oro que imitaban a las hojas de laurel.