Gonzalo Fernández de Córdoba, hombre de alto prestigio militar en la época de los Reyes Católicos (siglos XV y XVI), logró sus primeras hazañas en la conquista de Granada, destacando principalmente en las campañas de Sicilia y Nápoles, apodado allí Gran Capitán por su excelencia en el arte de la guerra.
Introduce grandes reformas en el ejército dando predominio de la Infantería, y adiestró a sus hombres mediante una disciplina rigurosa y formó su moral, despertando en ellos el orgullo de cuerpo, la dignidad personal, el sentido del honor nacional y el interés religioso.
Hizo de la infantería española aquel ejército formidable del que decían los franceses después de haber luchado contra él, que «no habían combatido con hombres sino con diablos».
Espada Gran Capitán, Tamaño natural, hoja de acero forjada, acabado en forjado envejecido
El Gran Capitán fue un genio militar excepcionalmente dotado, que por primera vez manejó combinadamente la infantería, la caballería y la artillería aprovechándose del apoyo naval. Supo mover hábilmente a sus tropas y llevar al enemigo al terreno que había elegido como más favorable.