El tabardo es un ropón blasonado que usaban antiguamente los heraldos y reyes de armas, y que usan todavía los empleados de ciertas corporaciones, como los maceros de las Cortes y los de algunos Ayuntamientos.
Un tabardo fue originalmente una humilde prenda exterior con forma de túnica abierta o poncho, generalmente desmangada, llevada por campesinos, monjes, infantería, etc.
Durante la baja Edad Media los tabardos, ahora abiertos por los costados e incluso atados por la cintura, eran llevados por los caballeros sobre la armadura y la sobrevesta, y generalmente eran blasonados con sus armas heráldicas.
En este sentido empezaron a ser distinguidos de las sobrevestas al estar hechas de paño más rico y al acortarse. Los tabardos comenzaron a ser un importante medio de identificación en el campo de batalla con el desarrollo de la heráldica y el declive de los escudos en el mismo.
En el caso de los Reales Jefes de Armas, el tabardo está blasonado con el escudo de armas del soberano. Los Oficiales de armas privados, como los que todavía existen en Escocia, usan asimismo tabardos blasonados con el escudo de armas de la persona que los emplea.
En el Reino Unido los diferentes grados de oficiales de armas pueden ser distinguidos por el material del que están hechos sus tabardos.
El tabardo de un rey de armas está hecho de terciopelo, el de un heraldo de armas de satén y el tabardo de un persevante de armas de seda de Damasco.
Los guerreros medievales solían llevar el tabardo encima de la armadura para evitar que el brillo deslumbrase.