La indumentaria medieval infantil también clasificaba a los niños campesinos y a los niños nobles. El tabardo era usado por unos y otros como ropa que se ponía por encima como una prenda cómoda de abrigo. La variante entre estas prendas de los nobles y los campesinos dependía especialmente del tejido y los colores.
El tabardo llevaba unas aberturas a la altura de la sisa para sacar los brazos.
Con el tiempo se fueron acortando y adornando, algunas veces con los escudos heráldicos.