¿Eres un apasionado de la historia medieval? ¿Te encanta coleccionar objetos únicos y auténticos? Entonces, el Escudo de Carlos I el Grande es perfecto para ti. Este escudo, también conocido como Carlomagno, es una verdadera obra de arte que no puedes dejar pasar.
El Escudo de Carlos I el Grande está fabricado en madera, lo que le confiere un aspecto auténtico y tradicional. Cada detalle ha sido cuidadosamente tallado a mano por expertos artesanos de Toledo, España, conocidos por su maestría en la creación de armas y armaduras.
Con un ancho de 47 cms. y un largo de 70 cms., este escudo es el tamaño perfecto para exhibir en tu hogar, oficina o sala de juegos. Su diseño elegante y llamativo hará que sea el centro de atención de cualquier espacio.
Pero las ventajas de este escudo no se limitan solo a su apariencia. Su calidad y durabilidad son incomparables. La madera utilizada en su fabricación es de la más alta calidad, lo que garantiza que resistirá el paso del tiempo y se mantendrá en perfectas condiciones durante años.
Además, al ser un producto fabricado en Toledo, España, puedes estar seguro de que estás adquiriendo un artículo auténtico y de origen. Toledo es conocido en todo el mundo por su tradición en la fabricación de armas y armaduras, y este escudo es un fiel reflejo de esa excelencia artesanal.
No pierdas la oportunidad de tener en tus manos una pieza única de la historia. El Escudo de Carlos I el Grande es mucho más que un simple objeto decorativo, es una verdadera joya que te transportará a la época de los caballeros y los reyes. ¡No esperes más y hazte con él ahora mismo!
Carlos I el Grande, llamado Carlomagno, fue rey de los francos desde 768 hasta su muerte. Expandió los distintos reinos francos hasta transformarlos en un Imperio al que incorporó gran parte de Europa Occidental y Central.
Conquistó Italia y fue coronado Imperator Augustus por el Papa León III el 25 de diciembre de 800 en Roma. De este modo sucedía al Imperio bizantino como protector de la cristiandad. Ante la indignación inicial de Constantinopla, en 812 se firmó un acuerdo entre los dos mandatarios, y de nuevo hubo dos emperadores en Europa, uno en Oriente y otro en Occidente.
Comúnmente se ha asociado su reinado con el renacimiento carolingio, un resurgimiento de la cultura y arte latinas a través del Imperio carolingio y dirigido por la Iglesia Católica.
Hoy es considerado, no sólo como el fundador de las monarquías francesa y alemana, sino también como el padre de Europa: su imperio unificó por primera vez la mayor parte de Europa Occidental desde la caída del Imperio romano, y el renacimiento carolingio estableció una identidad europea común.
WhatsApp (+34) 690 26 82 33
