La capucha, también conocida como gugel, es la pieza de una prenda de vestir que sirve para cubrir la cabeza y el rostro y se puede echar a la espalda. Puede ser utilizada para la protección contra el clima, como moda, como forma de vestido o como parte de un uniforme tradicional, o para evitar que el portador pueda ser identificado con facilidad.
En la actualidad, las capuchas de moda constituyen como norma general cubiertas blandas para la cabeza que forman parte de una prenda más grande como un abrigo, una camisa o una capa; una excepción es la capucha para la lluvia que no forma parte de una prenda mayor.
Las capuchas pueden ser colocadas sobre la cabeza cuando son necesarias o dejadas en la parte posterior de la prenda cuando no. También pueden ser desmontables para transformar un abrigo de invierno en otro de primavera o pueden ser diseñadas para ser dobladas o enrolladas en un bolsillo pequeño que se sitúa en el cuello de la prenda cuando no están en uso.
Las capuchas antiguas eran similares a las capuchas modernas, a menudo formando parte de una capa o un abrigo o una forma separada de sombrero. Las caperuzas eran muy comunes en la Europa medieval y se desarrollaron más adelante en forma de sombreros extravagantes. Algunas capuchas blandas también fueron utilizadas por los hombres debajo de los sombreros.
Una capucha es un componente de determinados uniformes académicos que se constituye por una prenda a menudo brillante y decorativa usada solamente en ocasiones especiales. Muchos trajes de las damas medievales llevaban capucha como complemento decorativo o para protegerse del frío.
Los monjes medievales y de la época actual también llevan capuchas en sus trajes conocidos como hábitos.
A menudo, las capuchas que sirven para ocultar o para controlar al portador cubre la cabeza entera, con el resultado de que el portador puede ver poco o nada, como si tuviera los ojos vendados. O puede servir para prevenir la identificación del portador.