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Los extremos de las cuerdas para atar prendas medievales o los cordones trenzados a menudo estaban equipados con puntas de metal, lo que facilitaba pasarlos a través de agujeros y ojales. Estos puntales están hechos de láminas de metal cortadas y martilladas para darle forma, luego apretadas o remachadas.Históricamente, los aiglets sin cordeles que aquí...