El cinturón largo de cuero Celta con lobos de 170 cm es el accesorio perfecto para completar tu estilo único. Este cinturón resistente y finamente elaborado está confeccionado con piel de vacuno marrón de 3 mm de grosor, lo que garantiza su durabilidad y resistencia al desgaste.
Una de las características más destacadas de este cinturón es su hebilla de latón envejecido, que le da un toque elegante y distintivo. La hebilla está sujeta al cinturón con dos remaches de latón, lo que asegura su firmeza y evita cualquier movimiento indeseado.
La correa del cinturón cuenta con un diseño de trenzas y nudos en estilo celta, grabado de manera precisa y detallada. Esta ornamentación le proporciona un aspecto único y lleno de historia, ideal para aquellos que aprecian la cultura celta y desean destacarse.
Con una longitud de 170 cm y un ancho de 4 cm, este cinturón de cuero se adapta a una amplia gama de tamaños de cintura. Gracias a sus 18 orificios con ojales de latón de refuerzo, puedes ajustarlo de forma precisa y cómoda según tus necesidades.
No importa si tienes una circunferencia de cintura entre aproximadamente 70 y 120 cm, este cinturón te brindará un ajuste perfecto y personalizado. Su diseño versátil y su calidad excepcional lo convierten en el complemento perfecto para cualquier atuendo, ya sea casual o formal.
Atrévete a lucir un estilo único y deslumbrante con el cinturón largo de cuero Celta con lobos de 170 cm. Haz una declaración de estilo y muestra tu pasión por la cultura celta llevando contigo este accesorio excepcional.
Los celtas fueron una serie de tribus que se originaron en Europa Central durante la Edad del Hierro. Más tarde se extendieron por Europa hasta el este de la península de los Balcanes y hacia Irlanda. Ocupando gran parte de estas áreas hasta alrededor del 275 a. C., sus territorios fueron gradualmente usurpados, conquistados y ocupados no solo por los romanos en expansión sino también por los pueblos germánicos, dejándolos principalmente en las Islas Británicas e Irlanda. Hábiles artesanos, los celtas desarrollaron numerosos tipos de patrones utilizados a lo largo de su cultura para decorar todo tipo de objetos cotidianos como cerámica, joyería, textiles, así como armas e incluso monumentos. El estilo celta, que se caracteriza principalmente por criaturas parecidas a animales entrelazadas, patrones en espiral y una variedad de trenzas y nudos, incluso se extendió a muchos manuscritos cristianos iluminados cuyos ilustradores se inspiraron en el antiguo arte pagano celta.
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