Los cuencos de cuerno de buey para comer han sido utilizados a lo largo de la historia por muchas culturas en todo el mundo. En particular, los cuencos de cuerno de buey eran comunes en las culturas nómadas y cazadoras-recolectoras, como los vikingos, los celtas y los pueblos indígenas de América del Norte.
En estas culturas, los cuencos de cuerno de buey eran una forma práctica y conveniente de servir y consumir alimentos mientras se viajaba o se cazaba. Los cuencos de cuerno de buey eran ligeros y duraderos, lo que los hacía ideales para llevar en expediciones largas.
Además, los cuencos de cuerno de buey también eran una forma de mostrar el estatus y la riqueza en algunas culturas. En particular, los cuencos de cuerno de buey decorados y tallados eran considerados una pieza de alta calidad y valor en algunas culturas antiguas.