¡Agrega un toque de historia a tu colección con la impresionante figura del caballero medieval Templario con espada, elaborado en resina jaspeada de alta calidad y con una altura de 35 cm! Esta figura está cuidadosamente detallada, con un caballero en una pose épica, portando una espada y con una armadura templaria distintiva.
La calidad de la resina utilizada en su elaboración hace que sea resistente y duradera, lo que garantiza que tendrás esta pieza única en tu colección por mucho tiempo. Esta miniatura es perfecta para aquellos que aprecian la historia medieval y la cultura de los caballeros de la época. Además, su impresionante tamaño la convierte en una pieza central en cualquier colección.
¡No pierdas la oportunidad de agregar esta figura icónica a tu colección y disfruta de la grandeza de la cultura medieval en tu hogar!
Después del concilio de Clermont en 1096, surgió un movimiento de fieles, aventureros, monjes, nobles y plebeyos que se dirigieron desde el occidente hacia los territorios ocupados por los infieles en el oriente. Esto luego fue conocido en las crónicas como las Cruzadas. El objetivo final, al menos en intenciones, era liberar el Santo Sepulcro y entregarlo a manos cristianas. Y por un breve período de tiempo, esta obra tuvo éxito. Para este propósito se crearon una serie de órdenes monástico-caballerescas que combinaban la tenacidad de la fe con la fuerza de la espada.
Los Templarios, los Hospitalarios, los Jerusalénicos y también los Teutónicos (más al norte) tenían una jerarquía bien establecida y divisiones marcadas por símbolos inequívocos que les permitían ser reconocidos incluso en el momento crítico de la batalla. Incluso los guerreros individuales, que no pertenecían a las jerarquías de los grupos militares, tenían sus capas marcadas con cruces de diferentes tamaños y diseños, para mostrar a todos su objetivo final; por esta razón, todos ellos podían ser identificados con el nombre genérico de cruzados.
Revive el Medioevo con esta figura de 35 cm. de altura, elaborada en resina de alta calidad. ¡No te pierdas la oportunidad de tener en tus manos una pieza única que representa la grandeza de la cultura medieval!
Después del concilio de Clermont en 1096, surgió un movimiento de fieles, aventureros, monjes, nobles y plebeyos que se dirigieron desde el occidente hacia los territorios ocupados por los infieles en el oriente. Esto luego fue conocido en las crónicas como las Cruzadas. El objetivo final, al menos en intenciones, era liberar el Santo Sepulcro y entregarlo a manos cristianas. Y por un breve período de tiempo, esta obra tuvo éxito. Para este propósito se crearon una serie de órdenes monástico-caballerescas que combinaban la tenacidad de la fe con la fuerza de la espada.
Los Templarios, los Hospitalarios, los Jerusalénicos y también los Teutónicos (más al norte) tenían una jerarquía bien establecida y divisiones marcadas por símbolos inequívocos que les permitían ser reconocidos incluso en el momento crítico de la batalla. Incluso los guerreros individuales, que no pertenecían a las jerarquías de los grupos militares, tenían sus capas marcadas con cruces de diferentes tamaños y diseños, para mostrar a todos su objetivo final; por esta razón, todos ellos podían ser identificados con el nombre genérico de 'cruzados'.
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