Los cálices para banquetes medievales eran objetos muy importantes en la época medieval, ya que se utilizaban en los banquetes para servir vino y otras bebidas. Estos cálices eran elaborados con materiales nobles como el oro, la plata, el bronce y el latón. Además, solían estar decorados con grabados, relieves y piedras preciosas.
Los cálices medievales eran objetos de gran tamaño y peso, con una forma cónica y una base ancha para evitar que se volcaran. Algunos cálices podían tener un pie muy largo y estilizado, mientras que otros tenían una forma más ancha y redondeada. Muchos cálices medievales también presentaban grabados con motivos religiosos, como cruces, ángeles y escenas bíblicas o también florales.
En general, los cálices medievales eran objetos muy ornamentados y elaborados, que reflejaban el gran valor que se le daba al vino y otras bebidas en los banquetes y celebraciones de la época.