Las jarras hechas con asta de cuerno de buey han sido utilizadas desde la antigüedad por diversas culturas y civilizaciones. En la Edad Media, estas jarras eran utilizadas principalmente por los nobles y los señores feudales para beber vino, hidromiel y otras bebidas alcohólicas.
También se utilizaban en la corte real, en banquetes y en fiestas populares. Las jarras de cuerno eran una forma elegante y distinguida de beber y se consideraban un símbolo de estatus y riqueza.
Además de ser utilizadas por la nobleza, las jarras de cuerno también eran populares entre los cazadores, viajeros y soldados, ya que eran ligeras, resistentes y fáciles de transportar. Estas jarras eran ideales para llevar en largas travesías y expediciones militares.
En la actualidad, las jarras de cuerno siguen siendo populares en eventos medievales y renacentistas, en donde se recrea la vida y costumbres de la Edad Media. También son muy apreciadas por coleccionistas y amantes de la historia y la artesanía tradicional.